Esta semana hablamos con varios colectivos juveniles combativos de Madrid. Antifascismo, antirracismo, feminismo y anticapitalismo son algunas de las constantes en estos colectivos, además de la juventud de sus integrantes y la combatividad en la defensa de unos barrios que merezcan la pena ser vividos por sus vecinos. Nos acompañan en el estudio Arganzuela 27, Alkorcón Combativo, Colectivo Karraka, Distrito 14 y Juventud Antifascista de Hortaleza.
El pasado 20 de marzo de 2021 tuvo lugar en Madrid una concentración contra la represión, por la libertad de Pablo Hasél y todos los presos políticos, contra la precariedad laboral, las casas de apuestas en los barrios y muchas otras formas de violencia capitalista que sufre la juventud madrileña. Sobran los motivos. Esta concentración, ampliamente difundida por el Movimiento Antirrepresivo de Madrid, pero no comunicada a la Delegación de Gobierno, se salda sin incidentes, pero con un control desmedido de todos y cada uno de los manifestantes por parte de la Policía, que los encierra durante horas con un cordón policial en la Cuesta del Moyano, junto a Atocha, y solo los permite salir uno a uno tirando fotos de sus DNI.
El acoso de la Policía hacia estos colectivos no es nuevo. Los días previos a la manifestación desde la prensa burguesa más derechista se señala a quienes mueven por redes sociales esta convocatoria. Muchos de ellos son colectivos juveniles combativos de barrio con marcado carácter antifascista. Los titulares son tendenciosos y con ánimo criminalizador: "Se va a liar en Madrid: los 30 grupos de ultraizquierda que preparan el gran asalto". Este titular en un medio derechista es manipulador y provoca cabreo cuanto menos. Pero esta semana hemos decidido darle la vuelta a la tortilla y apropiárnoslo nosotros. No es que se vaya a liar, es que ya se ha liado en Madrid.
Las compas de Arganzuela 27 nos hablan del espacio que han recuperado hace un mes en su barrio junto a PAH Centro. Tras el cierre del Espacio Vecinal Arganzuela (EVA) estos colectivos han okupado un antiguo local del Banco Santander que llevaba 10 años sin uso y que están acondicionando para abrirlo a las vecinas del barrio.
Con Alkorcón Combativo, desde la periferia sur de la capital, hablamos del relevo generacional en el activismo y los aprendizajes y enseñanzas entre los colectivos sociales que estuvieron activos en las décadas anteriores y los que han tomado el relevo los últimos años. Todo esto precisamente en una localidad marcada por la mano de hierro que ejerció el entonces alcalde alcorconero David Pérez contra los movimientos sociales, y que ha marcado un antes y un después en la militancia de Alcorcón con el desalojo del CSO Eskuela Taller, en 2014, más o menos coincidiendo en el tiempo con el nacimiento del Ateneo Popular de Alcorcón.
Con Karraka, el colectivo juvenil del distrito Retiro, hablamos de uno de los barrios más pintorescos de la capital, dividido por un eje norte/sur donde conviven viviendas populares y familias de clase trabajadora con otras de rentas mucho más altas, apenas separadas por un puñado de calles. Un distrito atravesado por la gentrificación y en el que también se están colando ahora las casas de apuestas y el resurgir de grupúsculos nazis en sus calles.
No todo ocurre en el sur de la capital. Juventud Antifascista de Hortaleza es un grupo que nace en 2018 con el ánimo de aglutinar a la juventud combativa del barrio, que por entonces estaba dispersa tras la desaparición de otros colectivos juveniles que habían desaparecido. En Hortaleza el tejido asociativo siempre ha sido muy potente y se ha traducido en diversas luchas vecinales, ecologistas, laborales... pero en el que faltaba un colectivo que dinamizase también las luchas entre la gente más joven.
Distrito 14 surge en el barrio de Moratalaz en 2012 a raíz de la huelga general, vinculado a la okupación de la Salamanquesa. Casi una década de militancia juvenil que actualmente se centra en la lucha contra la explotación laboral y la defensa del espacio La Bankarrota, la defensa de la sanidad pública y contra la extrema derecha, entre otras luchas. Todo ello en el barrio en el que tiene la sede la macrocomisaría más grande de Madrid, sede de los antidisturbios y de la Brigada Provincial de Información. Un pequeño Guántanamo en Madrid.
Y, haciendo nuestro el titular sensacionalista que pretendía criminalizar a todos estos colectivos, solo nos queda añadir esto: ¡Qué empiece el gran asalto!
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